El miedo intenso, desproporcionado e irracional es considerado una fobia. Entre los más comunes se encuentran el miedo a los espacios cerrados (claustrofobia), el miedo a determinados animales (zoofobia), como serpientes o arañas, el miedo a las alturas (acrofobia) o el miedo a volar (aerofobia).
Las fobias suelen interferir en nuestra vida diaria, incapacitándonos para llevar a cabo determinadas actividades, por lo que siempre es recomendable un tratamiento adecuado de cara a solucionar estos miedos.