La ansiedad es una adaptación evolutiva que nos prepara para situaciones de estrés en las que hay que actuar de forma rápida. Se trata de una respuesta involuntaria de nuestro cuerpo ante una situación de peligro.
No obstante, cuando el estado de ansiedad se convierte en la norma y no en la excepción, conviviendo con ella día a día, hemos entrado en un estado de ansiedad patológica. Si nos hallamos continuamente experimentando alarma, preocupación o inquietud, nuestro cuerpo está en un constante estrés altamente perjudicial a nivel conductual, mental y fisiológico que a la larga puede conllevar graves problemas de salud.