Se trata de un trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza porque el individuo restringe su comida, la elimina con purgaciones (vómitos, consumo de laxantes y/o diuréticos) y/o la compensa con ejercicio excesivo para conseguir un peso muy por debajo de lo que corresponde a su sexo y edad.
La pérdida de peso conduce a la desnutrición y con ella aparecen alteraciones en la salud. Entre los síntomas de carácter psicológico destacaríamos: alteración de la imagen corporal, negación y control del hambre, hiperactividad, obsesiones, irritabilidad, fluctuaciones bruscas del estado de ánimo y trastornos emocionales, tales como la ansiedad y la depresión.