La depresión va más allá de un sentimiento de desgana, se trata de un estado de ánimo constante en el cual el placer ha desaparecido por completo de todas las actividades de nuestra vida cotidiana, con una notable pérdida de energía y baja capacidad para tomar decisiones, así como nula o muy baja auto estima.
La depresión puede llegar por numerosas vías: fisiológicas, pérdida de trabajo, problemas familiares o de pareja, monotonía en la rutina o soledad repentina. Sea como sea, no es el estado de ánimo natural y por ello, hay que trabajar para recuperar la ilusión, la alegría, las riendas de nuestras vidas y la capacidad de toma de decisiones.